02 abril 2010

SEMANA SANTA DE CATACAOS VIERNES SANTO: PASION Y MUERTE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

SEMANA SANTA DE CATACAOS VIERNES SANTO: PASION Y MUERTE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

PASION: Cuando hubieron crucificado a Jesús y a los dos malhechores compañeros de suplicio, uno a cada lado, los soldados hicieron cuatro partes de los vestidos de Jesús (probablemente el cinto, las sandalias, el pañuelo que cubría la cabeza y la capa o mantón); su túnica, tejida de una sola pieza, fue sorteada para no echarla a perder: «partieron entre sí mis vestiduras -había profetizado el Ps 21,19- y sortearon mi túnica». Cristo quedaba entre el cielo y la tierra en el más terrible desamparo, manifestado incluso en el despoje de sus vestidos y la desnudez de sus miembros; solo, entre Dios y los hombres, se ofrecía por sus verdugos y hermanos al Padre, con gesto y sentimientos de Sacerdote y Mediador Eterno. «Padre, perdónales porque no saben lo que se hacen» (Lc 23,34). Mientras, verdugos y curiosos siguen blasfemando. Una queja expresión de su enorme sufrimiento, sale ahora de los labios de Jesús. «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?» (Mt 27,46; Mc 15,34). Son las mismas palabras con que comienza el Salmo 21, que quizá rezó Jesús en la Cruz, precisamente cuando se estaba cumpliendo esa profecía.Ya desde la hora sexta -las doce del mediodía- se había oscurecido la tierra, probablemente sólo en aquella región del globo; el sol permanecerá escondido hasta la hora de nona, hacia las tres de la tarde. Jesús, «sabiendo que todas las cosas habían sido cumplidas, para que se cumpliera la Escritura (cfr. Salmo 68,22), dijo: Tengo sed» (Jn 19,28). Y, habiendo probado el vinagre, que obraba como calmante, y sin quererlo beber para sumir hasta las heces el cáliz del dolor de la crucifixión, «exclamó: Todo está consumado» (Jn 19,30): consumada toda su obra de Redención y todo lo que de ÉI habían anunciado los Libros Sagrados. Y, clamando de nuevo con gran voz, «dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu» (Lc 23,46). «E, inclinando la cabeza, expiró» (Jn 19,30).
LA MUERTE: Como era la víspera del sábado -un sábado especialmente solemne por coincidir con la Pascua-, y como la ley judía prohibía en general que los cadáveres de los condenados quedasen expuestos durante la noche, los judíos pidieron a Pilato que se quebrasen las piernas de los tres crucificados, para acelerar así su muerte y hacer posible su descendimiento.Y los soldados quebraron las piernas de los dos malhechores, pero Cristo ya había muerto, por lo que le clavaron una lanza en el costado (cfr. lo 19,31-34). De nuevo volvió a cumplirse la Escritura que dice: «No le quebraréis ningún hueso» (cfr. Ex 12,46): y en otro lugar: «verán al que traspasaron» (Zac 12,10).Del costado abierto de Cristo, «al instante salió sangre y agua» (Jn 19,35), que la Tradición ha visto siempre como la consumación del amor y del sacrificio de Cristo, que se da por entero; y la fuente de donde emana la gracia de los sacramentos, por los que se nos aplican los beneficios obtenidos por Cristo en la Cruz. Aunque toda la vida de Jesús se ordenó a la fundación de la Iglesia, la Tradición y el Magisterio han señalado la crucifixión y la muerte, con especial referencia a la lanzada, como el momento del nacimiento de su Esposa: «El Verbo de Dios… sufrió que, después de exhalar el espíritu, su costado fuera perforado por la lanza, para que -al manar de él las ondas de agua y sangre- se formara, la única Santa Madre Iglesia, inmaculada y virgen, esposa de Cristo, como del costado del primer hombre dormido fue formada Eva».Al expirar el Señor, «el velo del templo se rasgó en dos partes de arriba abajo» (Mt 27,51), simbolizando el término del viejo orden del Antiguo Testamento, ya que se abría la Nueva Alianza. Estos hechos certificaron la muerte del Hijo de Dios y llevaron al arrepentimiento y a la fe a muchos testigos presenciales de la crucifixión (cfr. Lc 23,47-48).Según la ley romana, los cadáveres de los ajusticiados se debían entregar a los parientes o amigos que los solicitaran, de modo que al atardecer del mismo viernes, José de Arimatea pidió el cuerpo del Señor para enterrarlo en un sepulcro nuevo de su propiedad (cfr. Jn 19,38-43; Mt 27,57-61). También Nicodemo y las santas mujeres formaron parte de la comitiva fúnebre.
La muerte de Cristo no ha sido el final, sino que adquiere pleno valor por la Resurrección, por la que comienza una nueva vida: su cuerpo participa plenamente y para siempre de la gloria de su divinidad. El tiempo que el Cuerpo del Señor permaneció en el sepulcro -desde la tarde del viernes a la mañana del domingo-, es como el compás de espera que une dos aspectos o momentos del mismo hecho salvador: la Muerte y la Resurrección, por las que Cristo vence definitivamente sobre el demonio, el pecado y la muerte, dándonos a nosotros la capacidad de vencer con Él, participando de su Muerte y Resurrección por los Sacramentos. En efecto, los que se sumergieron en las aguas del Bautismo, se sepultaron para el pecado y resucitaron a una nueva vida: han muerto y resucitado con Cristo (cfr. Col 2,12; Rom 6,4). Por eso, para los bautizados, que hemos muerto con Cristo al pecado, la Resurrección constituye una promesa de que Dios, «que resucitó a Jesús, también nos resucitará a nosotros con Jesús» (2 Cor 4,14).
PROGRAMA:
7.30 am Exposición del Santo Calvario a Cargo de la Hermandad de Caballeros del Santo Sepulcro de Nuestro Señor Jesucristo y la Cofradia del Santo Cristo.
8.00 am Concentracón de Cofradias en casa del Procurador del Santo Cristo Sr. Eulogio Chero Chiroque para dirigirse a casa del Sr. Doliente Luis Nizama Sandoval y del Depositario Sr. José Flores Sernaque y Devotos del Sermon, acompañados de autoridades, cofradias y demas Instituciones de la Localidad.
9.30 am Imposición de la Sagrada Insignia de Luto por la Muerte de Nuestro Señor Jesucristo al Doliente Sr. Luis Nizama Sandoval.
10.00 am Ceremonia Civica: Izamineto de Nuestros Emblemas
10.30 am Sesion Solemne
12.00 am Almuerzo de los 7 Potajes.
2.00 pm Sermon de las Siete Palabras.
3.00 pm Descendimiento del Señor de la Cruz al Sepulcro
4.00 pm Celebración de la pasion y muerte de Cristo: Liturgia de la palabra, Adoración de la Cruz y Comunicación Eucaristica.
7.00 pm Majestuosa Procesión de Cristo Yacente, Que saldra en hombros de la Hermandad de Caballeros del Santo Sepulcro de Cristo.
10.00 pm Tinieblas.
11.00 PM Tinieblas
12.00 pm Tinieblas.
En Exclusiva para Piura News.

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