La Desnutrición Crónica Infantil
La desnutrición crónica es una situación perversa que afecta lamentablemente a niñas y niños que no han recibido los suficientes nutrientes o cuya alimentación ha sido deficiente.
El daño radica no sólo en que estos pequeños tienen menor estatura y peso que sus coetáneos con buena nutrición, sino que el desarrollo de sus capacidades físicas, intelectuales, emocionales y sociales quedarán truncadas para siempre.
La desnutrición crónica infantil tiene como otras causas, las enfermedades infecciosas, prácticas inapropiadas de higiene, falta de saneamiento básico y agua segura, así como las limitaciones de acceso a los servicios de salud.
A ello se suman las causas estructurales referidas a la relación de la desnutrición con deficientes condiciones económicas (el 37.1% de los niños y niñas del quintil más pobre padece de desnutrición crónica; en tanto que en el quintil más rico afecta al 2.3%) y el bajo nivel educativo de la madre (el 49.3% de niños con desnutrición son hijos de madres sin instrucción). (1)
En el Perú, combatir la desnutrición se enmarca en la decimoquinta política del Acuerdo Nacional: Promoción de la seguridad alimentaria y nutrición”, cuyo objetivo es establecer una política de seguridad alimentaria que permita la disponibilidad y el acceso de la población a alimentos suficientes y de calidad, para garantizar una vida activa y saludable dentro de una concepción de Desarrollo Humano integral.
El presidente Alan García Pérez, al inicio de su gestión, suscribió un compromiso para reducir la desnutrición crónica al 16% a escala nacional al finalizar su mandato.
Se desplegaron diversas acciones en apoyo a ese objetivo: En marzo del 2007,
los presidentes de los gobiernos regionales suscribieron la “Declaración de
Lima sobre la Desnutrición Infantil” con la firme voluntad de “trabajar de manera conjunta para contribuir al logro de la meta nacional”.
Ese mismo año se creó la Estrategia Nacional CRECER, que articula a las entidades públicas que conforman el Gobierno Nacional, Regional y Local; los organismos de cooperación, la sociedad civil y entidades privadas que se encuentren, directa o indirectamente, vinculadas con el objetivo de superación de la pobreza y desnutrición crónica infantil.
La Iniciativa Contra la Desnutrición Infantil, en la que participan 13 instituciones de la cooperación internacional y organismos privados de carácter técnico, cumple un papel de soporte a las acciones multisectoriales para la reducción de la desnutrición
Una demostración de que el camino en la lucha contra la desnutrición infantil es empoderar a los gobiernos regionales es el hecho de que algunos ya están implementando estrategias de promoción de la seguridad alimentaria.
Ayacucho ha desarrollado Crecer Wari y ha empezado con la definición de su Línea de Base de la Desnutrición Crónica Infantil en los 111 Distritos de la Región Ayacucho”; la Región Loreto ha elaborado el “Plan de Lucha contra la Pobreza y Desnutrición en Madres Gestantes, Niños y Niñas de 0 a 5 años 2009/2021 - Tseta Tana Aipa / Queremos Crecer”; y Apurímac cuenta con el Consejo Regional de Nutrición, Seguridad Alimentaria y Superación de la Pobreza – Estrategia Regional Allin Wiñanapaq / Para Crecer Bien.
Pero no sólo el gobierno en sus diferentes niveles hace lo suyo. Entidades privadas como el Instituto Trabajo y Familia, presidido por la Sra. Pilar Nores de García, tiene como metas –a través del Programa Sembrando disminuir la desnutrición crónica, asegurar la salud materna, promover la igualdad de género.
Una de sus actividades prioritarias es mejorar las condiciones de los hogares de las zonas altoandinas mediante la implementación de cocinas mejoradas, cuyo impacto en la salud radica en que evita las repetitivas enfermedades respiratorias y estomacales que son condicionantes de la desnutrición.
Queda como tarea pendiente fortalecer las capacidades de los gobiernos locales y regionales para que puedan mejorar su calidad de gasto, acercar los servicios de salud y educación a la población y, especialmente, optimizar sus proyectos de inversión pública.
Desde el 2005 al 2009 la Desnutrición Crónica Infantil se ha reducido a escala nacional en 4.6 puntos porcentuales (2) ; sin embargo, en las zonas rurales, donde el gobierno ha priorizado la inversión social, ésta se ha reducido en el mismo periodo del 40.1% al 32.8%, reducción altamente representativa, si recordamos que entre los años 2000 y 2005 la desnutrición sólo se contrajo en 0.1 por ciento.
La desnutrición crónica es una situación perversa que afecta lamentablemente a niñas y niños que no han recibido los suficientes nutrientes o cuya alimentación ha sido deficiente.
El daño radica no sólo en que estos pequeños tienen menor estatura y peso que sus coetáneos con buena nutrición, sino que el desarrollo de sus capacidades físicas, intelectuales, emocionales y sociales quedarán truncadas para siempre.
La desnutrición crónica infantil tiene como otras causas, las enfermedades infecciosas, prácticas inapropiadas de higiene, falta de saneamiento básico y agua segura, así como las limitaciones de acceso a los servicios de salud.
A ello se suman las causas estructurales referidas a la relación de la desnutrición con deficientes condiciones económicas (el 37.1% de los niños y niñas del quintil más pobre padece de desnutrición crónica; en tanto que en el quintil más rico afecta al 2.3%) y el bajo nivel educativo de la madre (el 49.3% de niños con desnutrición son hijos de madres sin instrucción). (1)
En el Perú, combatir la desnutrición se enmarca en la decimoquinta política del Acuerdo Nacional: Promoción de la seguridad alimentaria y nutrición”, cuyo objetivo es establecer una política de seguridad alimentaria que permita la disponibilidad y el acceso de la población a alimentos suficientes y de calidad, para garantizar una vida activa y saludable dentro de una concepción de Desarrollo Humano integral.
El presidente Alan García Pérez, al inicio de su gestión, suscribió un compromiso para reducir la desnutrición crónica al 16% a escala nacional al finalizar su mandato.
Se desplegaron diversas acciones en apoyo a ese objetivo: En marzo del 2007,
los presidentes de los gobiernos regionales suscribieron la “Declaración de
Lima sobre la Desnutrición Infantil” con la firme voluntad de “trabajar de manera conjunta para contribuir al logro de la meta nacional”.
Ese mismo año se creó la Estrategia Nacional CRECER, que articula a las entidades públicas que conforman el Gobierno Nacional, Regional y Local; los organismos de cooperación, la sociedad civil y entidades privadas que se encuentren, directa o indirectamente, vinculadas con el objetivo de superación de la pobreza y desnutrición crónica infantil.
La Iniciativa Contra la Desnutrición Infantil, en la que participan 13 instituciones de la cooperación internacional y organismos privados de carácter técnico, cumple un papel de soporte a las acciones multisectoriales para la reducción de la desnutrición
Una demostración de que el camino en la lucha contra la desnutrición infantil es empoderar a los gobiernos regionales es el hecho de que algunos ya están implementando estrategias de promoción de la seguridad alimentaria.
Ayacucho ha desarrollado Crecer Wari y ha empezado con la definición de su Línea de Base de la Desnutrición Crónica Infantil en los 111 Distritos de la Región Ayacucho”; la Región Loreto ha elaborado el “Plan de Lucha contra la Pobreza y Desnutrición en Madres Gestantes, Niños y Niñas de 0 a 5 años 2009/2021 - Tseta Tana Aipa / Queremos Crecer”; y Apurímac cuenta con el Consejo Regional de Nutrición, Seguridad Alimentaria y Superación de la Pobreza – Estrategia Regional Allin Wiñanapaq / Para Crecer Bien.
Pero no sólo el gobierno en sus diferentes niveles hace lo suyo. Entidades privadas como el Instituto Trabajo y Familia, presidido por la Sra. Pilar Nores de García, tiene como metas –a través del Programa Sembrando disminuir la desnutrición crónica, asegurar la salud materna, promover la igualdad de género.
Una de sus actividades prioritarias es mejorar las condiciones de los hogares de las zonas altoandinas mediante la implementación de cocinas mejoradas, cuyo impacto en la salud radica en que evita las repetitivas enfermedades respiratorias y estomacales que son condicionantes de la desnutrición.
Queda como tarea pendiente fortalecer las capacidades de los gobiernos locales y regionales para que puedan mejorar su calidad de gasto, acercar los servicios de salud y educación a la población y, especialmente, optimizar sus proyectos de inversión pública.
Desde el 2005 al 2009 la Desnutrición Crónica Infantil se ha reducido a escala nacional en 4.6 puntos porcentuales (2) ; sin embargo, en las zonas rurales, donde el gobierno ha priorizado la inversión social, ésta se ha reducido en el mismo periodo del 40.1% al 32.8%, reducción altamente representativa, si recordamos que entre los años 2000 y 2005 la desnutrición sólo se contrajo en 0.1 por ciento.
Fuente: Instituto Nacional de estadística (INEI)
(1) Encuesta Demográfica de Salud Familiar ENDES 2009.
(2) Endes 200-2009, INEI.
(1) Encuesta Demográfica de Salud Familiar ENDES 2009.
(2) Endes 200-2009, INEI.
Iván Hidalgo Romero Presidente del Consejo Directivo del Programa Juntos
En Exclusiva para Piura News.
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